Tener leche en casa es como tener un as bajo la manga. Da igual cómo de vacía tengas la despensa, si tienes leche siempre vas a poder hacer algo rico. Y no solo nos referimos a postres, también a platos principales e incluso bebidas.
Ahora vamos a ver unas cuantas recetas que utilizan leche Celta como ingrediente principal y que gustan por igual tanto a los más pequeños de la casa como a los que no lo son tanto. ¿Empezamos? ¡Vamos!, ¡a por el delantal!

1. Crema de verduras con leche
¿Qué tal una rica y saludable crema de verduras de textura suave y ligera? Va bien tanto para comidas como cenas, es súper fácil de hacer y además está deliciosa.

Ingredientes para 8 personas:
- 1 litro de leche Celta
- 1 kg de verduras (apio, patata, zanahoria, cebolla…)
- 2 o 3 dientes de ajo
- 1/2 litro de caldo de verduras
En una olla con aceite añade los ajos, previamente pelados y machacados, y la verdura pelada y troceada. Sofríelos durante unos 10 minutos. A continuación añade la leche y el caldo de verduras. Cuando rompa a hervir, baja el fuego al mínimo y aguántalo así durante 40 minutos. Después bátelo todo asegurándote de que no quedan grumos. Cuando lo hagas, ya estará listo para servir y comer.
2. Bollos de leche
Estos deliciosos bollos de leche te sorprenderán por dos cosas: por la suavidad y esponjosidad de su miga y porque te los puedes comer solos, sin nada, o con productos dulces o salados.
Ingredientes para 8 bollos de leche:
- 350 g de leche Celta
- 250 g de harina de trigo normal
- 250 g de harina de trigo de fuerza
- 25 g de mantequilla sin sal
- 7 g de levadura química
- 20 g de azúcar blanco
- 1 cucharadita de sal
Lo primero de todo es mezclar la leche Celta, la levadura, el azúcar y la sal. Después, en un bol, pon toda la harina y vierte la mezcla con la leche. Mézclalo y amásalo todo hasta que quede bien integrado. A continuación añade la mantequilla a temperatura ambiente y continúa amasando hasta que la masa esté suave y elástica (te llevará unos 20 minutos). Después lleva la masa a un bol engrasado y deja que fermente hasta que doble su tamaño. Mientras tanto, enciende el horno a 200 ºC con calor arriba y abajo y déjalo precalentar.
Una vez hecho, divídelo en 8 partes iguales y boléalas con la palma de la mano. A continuación colócalas encima de una lámina de papel de horno y espera hasta que doblen su tamaño.
Cuando lo hayan hecho, pincélalos con leche y mételos al horno durante 15-20 minutos. Una vez transcurrido el tiempo, sácalos y déjalos enfriar. Después: ¡ñam, ñam, ñam hasta que no quede ninguno!
3. Flan de huevo con leche
Este clásico entre clásicos que siempre encontrábamos en casa de nuestras abuelas lo prepararemos al baño María únicamente con tres ingredientes: huevos, azúcar y leche Celta (entera, semi o desnatada, la que tú quieras).

Ingredientes para 8 personas:
- 400 ml de leche Celta
- 4 huevos
- 160 g de azúcar
Lo primero que debes hacer es encender el horno a 180ºC. Mientras coge calor, prepara el caramelo mezclando 80 gramos de azúcar con 80 ml de agua en un cazo. Sabrás que está hecho cuando veas que el azúcar se ha fundido y la mezcla comienza a hacer burbujitas. A continuación, viértelo en un molde y repártelo por toda su superficie.
Después mezcla con varillas manuales los cuatro huevos con 80 gramos de azúcar hasta que la mezcla tenga un color blanquecino. Agrega los 400 ml de leche Celta y continúa batiendo hasta que quede todo bien integrado.
Por último, vierte la mezcla en el molde y tápalo con papel de aluminio. Después, llena una fuente de horno refractaria con agua (unos dos dedos) y coloca dentro el molde con el flan y mételo todo dentro del horno durante 60 minutos.
Una vez pasado el tiempo, déjalo enfriar y mételo en la nevera durante un mínimo de cuatro horas.
Esperamos que puedas hacer estas deliciosas y sencillas recetas junto a tu familia. Y recuerda, ten siempre leche en la despensa porque te puede solucionar muchos platos!