Estamos seguros de que reconoces nuestros envases desde bien lejos y que eres capaz de identificar nuestra leche con los ojos cerrados por su rico sabor, ¿pero sabrías de qué se compone y su información nutricional y si la variedad que consumes es la que más te beneficia en términos de salud? Todo esto lo puedes saber leyendo su etiqueta nutricional.
1. ¿Qué es la etiqueta nutricional?
Es la información que se presenta en cualquier producto alimentario relacionada con sus ingredientes, su calidad, su valor nutricional o su forma adecuada de almacenaje.
Su presencia en todos los productos de alimentación está regulada por diversas normativas y aunque la información que ofrece a priori te puede parecer aburrida, resulta muy necesario conocerla porque te puede proporcionar muchos beneficios, como los que a continuación enumera la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO):

Y es que el etiquetado de los alimentos es vital, porque es fundamental saber qué hay en los alimentos que consumimos y cuánto tiempo se conservan manteniendo intactas sus condiciones. Además, al leer y saber interpretar estas etiquetas, podemos tomar decisiones saludables, prevenir el desperdicio y estar mejor protegidos frente a productos falsificados que puedan dañarnos. Por eso es muy importante leer y comprender la etiqueta de un producto alimentario antes de comprarlo y consumirlo, especialmente si tienes alergias, restricciones dietéticas o necesidades específicas de salud.
2. Un ejemplo práctico paso a paso.
El primer paso para entender qué hay en los productos que vamos a consumir es leer el listado de ingredientes. En el caso de nuestra leche es muy sencillo porque, como bien sabes, solo hay un ingrediente: leche de vaca. Si un producto está elaborado con varios ingredientes estos aparecen ordenados según su peso dentro del producto (es decir, el producto de mayor peso/cantidad utilizado para elaborar el producto aparecería el primero, lo mismo con el segundo y así sucesivamente).

El etiquetado también nos ayuda a evitar reacciones adversas de los alimentos, pues los posibles alérgenos (leche, soja, huevo..) siempre deben aparecer resaltados y bien visibles en el listado de ingredientes.
El siguiente bloque nos habla de la información nutricional del producto, que en el caso de la leche se muestra por cada 100 ml. En nuestros envases, además, facilitamos los valores por ración recomendada en una ingesta, es decir, un vaso de 250 ml de leche.

Si se indica esta información, hay que detallar también el número de raciones por envase. En el caso de Celta, como nuestro envase contiene 1,5 litros, estaríamos hablando de 6 vasos por brik.

En la tabla que aparece a continuación se detallan los principales macronutrientes del producto y la cantidad de energía que proporcionan:
- Grasas, en concreto las saturadas (con estas recuerda controlar su consumo)
- Hidratos de carbono y azúcares
- Proteínas (muy saludables las de la leche)
- Sal (presente de forma natural en la leche)
- Calcio

En el caso de nuestra leche facilitamos, además, el % de ingesta de referencia de un adulto medio (8400 kJ/2000 kcal) para estos nutrientes. Esta información resulta útil para escoger los alimentos que son altos en los nutrientes que una persona debe consumir más y aquellos que son bajos en los nutrientes que debe consumir menos.
Debes recordar que la ingesta de referencia puede variar según diferentes factores, como la edad, el sexo, la actividad física que se realiza o el estado de salud de cada persona.
Por último el etiquetado también te ayuda a garantizar la inocuidad del alimento gracias a las instrucciones de conservación antes y después de abrir el envase, y en otro tipo de productos detallando su forma de elaboración.

También proporciona fechas para evitar el desperdicio alimentario. En el caso de la leche es la fecha de su consumo preferente, normalmente indicada en la parte superior del envase.

Si quieres recordar la diferencia entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente tienes toda la info aquí.
Esperamos que a partir de ahora, cada vez que compres un producto alimentario, te pares a leer su etiqueta que tan valiosa información te da para tu salud.