Probablemente ya supieses que la leche materna es uno de los alimentos más completos que existen, puesto que permite el desarrollo de los mamíferos en sus primeros meses de vida, sirviendo como única fuente de nutrientes. Además, la leche presenta minerales y vitaminas necesarias que ayudan al correcto mantenimiento de nuestro organismo en todas sus etapas vitales.
Propiedades nutritivas de la leche y los derivados lácteos.
Seguidamente a la leche materna, la leche de vaca contiene una proporción de azúcares, grasas y proteínas de alto valor biológico que no están presentes en ninguna otra leche.
En esta línea, se resalta la importancia de que en las primeras etapas de la infancia se realice un consumo adecuado de leche y derivados lácteos que permitan el mantenimiento de los dientes y los huesos, así como la generación de la reserva mineral ósea gracias a su contenido en calcio.
Las vitaminas presentes en los lácteos
La leche presenta un alto contenido en vitaminas que permite la transformación de los alimentos en energía. Como es el caso de la riboflavina (B2) que contribuye al metabolismo enérgico normal y al correcto funcionamiento del sistema nervioso.
También en mayor concentración se encuentra la vitamina A o retinol muy necesario para el buen mantenimiento de la piel, la visión y las mucosas. Y la presencia de la vitamina D que permite una correcta absorción del calcio, así como el mantenimiento de los huesos y dientes y los niveles de calcio en sangre.
Contenido de minerales en la leche
La leche contiene muchos minerales, destacando su alto contenido en calcio. Y es que, a partir de los productos lácteos, podemos obtener entre el 65 – 75% de la cantidad diaria recomendada del calcio que necesitamos.
El calcio es un mineral imprescindible para nuestro organismo, puesto que contribuye a la formación y mantenimiento de nuestros huesos y dientes en condiciones normales. Asimismo, realiza un papel fundamental en el metabolismo energético y el funcionamiento adecuado de la neurotransmisión.
Además del calcio, la leche y los derivados lácteos también contienen otros minerales necesarios como fósforo, flúor, magnesio, potasio y zinc.
Las proteínas lácteas
El cuerpo humano necesita aminoácidos esenciales que contribuyan al crecimiento y desarrollo durante la etapa infantil y también en los adultos para que sirva de mantenimiento de la masa muscular.
Debido a que el cuerpo humano no puede producir estos aminoácidos, generados por las proteínas, es necesario obtenerlos mediante la ingesta de alimentos como la leche.
Los lípidos en los lácteos
Además de ser una fuente de ácidos grasos esenciales, los lípidos juegan un papel fundamental en el organismo. Permiten la absorción de ciertos nutrientes como las vitaminas liposolubles (A, E y K), así como los ácidos linoleico y linolénico que son esenciales para los niveles adecuados de colesterol y el correcto funcionamiento del sistema nervioso.
En conclusión, la leche y los derivados lácteos constituyen una fuente nutricional muy importante debido a su aporte energético y nutrientes esenciales que permiten un adecuado mantenimiento de nuestro organismo. En este sentido, es recomendable incluir el consumo de estos alimentos de 2 a 3 veces al día.